Es posible plantearse que la geografía precisa avanzar hacia la formulación de una
teoría del espacio geográfico que tienda a superar las propuestas inconcretas y aisladas en sí
mismas, sin articulación en un proceso de interpretación global. Al mismo tiempo, parece
conveniente adentrarse en el estudio de elementos y conceptos que puedan ser relacionados e
integrados en un cuerpo de proposiciones y articulaciones de teoría. De lo contrario, se corre
el riesgo de continuar situándose simplemente a un nivel de descripción o, cuanto más, de
clasificación de variables o casos. Considerar la geografía como ciencia obliga, como
requisito de toda ciencia, a que quede definido un cuerpo de teoría, en el sentido de un
conjunto de articulaciones lógicas y coherentes de variables explicativas de la realidad, no
solamente describirla. Y también, si ello es posible, adentrándose en propuestas de pronóstico
e intervención.
Asumiremos, por tanto, la concepción de la geografía como ciencia del espacio
geográfico y, concretamente, de la geografía humana como ciencia de la componente espacial
de las relaciones sociales o, si se prefiere, de la actuación en y sobre el espacio de las
sociedades.
Como puede deducirse de este planteamiento, es difícil compartir la concepción de que
la geografía sea meramente una ciencia de síntesis a la manera tradicional. Es decir, no es
suficiente la recopilación de información acerca de un territorio con el resultado final de un
'informe-síntesis', a partir de un proceso inductivo apoyado en los datos de que se disponga. Y
ello, aunque éstos se sistematicen en base a clasificaciones, sobre una base funcional o
conceptual, pero con escasa o nula articulación global y sin partir de una teoría espacial. Lo
que se habrá obtenido será una descripción, más o menos coherente, de una parcela de la
realidad, pero en la cual difícilmente nos serán explicados los porqué de su espacialidad.
Descarga Directa del material:
DESCARGAR
No hay comentarios:
Publicar un comentario