Mi nombre es Raquel, soy
profesora de Ciencias Sociales, egresada del Instituto Superior del Profesorado
de la ciudad de Paraná, Entre Ríos, en el año 1974. Una vez egresada en la
capital Entrerriana me mude, como muchos otros colegas, a Buenos Aires. Allí
esperaba ejercer mi profesión, y cuando se dé la oportunidad seguir formándome
en el apasionante mundo de la docencia.
Me fui con muchos anhelos, deseos
de un mundo mejor, y todas aquellas cuestiones que mi formación me había
inculcado. Marché con la frente bien en alto, orgullo de mis padres que con
mucho esfuerzo apoyaron mi carrera, orgullosa de mi título y mis grandes logros
como estudiante, con ganas de educar de la mejor manera a toda una generación
de ciudadanos.
Hoy, después de muchos años,
con la experiencia necesaria como para hacer una mirada retroactiva de mi vida,
y más que nada de lo vivido a lo largo de tantos años como docente, les
confieso que aquella decisión de partir del interior del país a la gran ciudad,
no fue la mejor que pude haber tomado. Pues, en un principio todo era casi como
lo había planificado, pero lamentablemente para mí, y mis sueños y metas, a
poco más de un año de estar lejos de mi
familia y mi gente, todo dio un giro inesperado. Sin planearlo, sin meditarlo,
sin siquiera decidirlo, una mañana me encontré, como educadora, formando parte
de un nuevo modelo de formación ciudadana, dentro del llamado “Proceso de Reorganización
Nacional”, y aunque mi formación no encontraba un lugar dentro de tal modelo,
aquello cambiaria mi vida para siempre. Creo vale la pena compartir con ustedes
lo sucedido un día de Marzo del año 1976…