David Harvey dice (1967, pág. 550) que "del mismo modo que Marshall consideraba a la dimensión espacial como algo relativamente sin importancia para la construcción de un sistema económico, el "preconcepto anglo-sajón", según la denominación empleada por Isard (1956, pág. 24) llevó a los geógrafos a olvidar la dimensión temporal. Cari Sauer (1963, pág. 352) atribuyó este error a otro gran geógrafo americano, Hartskome.
El hecho es que, si la consideración de la noción del tiempo en los estudios geográficos no es una cosa nueva, tanto la geografía histórica como la geografía retrospectiva, que es ante todo un terreno de preferencia de los historiadores, no pasaron más allá de la presentación de los problemas, sin proporcionar una solución aceptable. Por otro lado, como ya liemos enfatizado en otros escritos (por ejemplo, nuestro libro Economía Espacial: Críticas e Alternativas, 1978), la propia noción de la difusión de las innovaciones no obtiene un progreso acentuado, debido a la falta de un concepto del tiempo social.
La concepción del espacio relativo, tan divulgada en los años cincuenta y sesenta, en oposición a la noción del espacio continente (container) supone, en primer lugar, abandonar la idea de un espacio tridimensional, heredera de la filosofía de Newton y pasar a trabajar con la idea de un espacio cuatridimensional, tarea posible desde que Einstein introdujo un nuevo pensamiento en la física y la filosofía.
Blog de acceso público, dedicado a compartir y colaborar con los estudiantes de Geografía, todo tipo de material bibliográfico. Así mismo quedan invitados a participar en este proyecto, colaborando con trabajos o textos relacionados a nuestra ciencia geográfica.
sábado, 10 de diciembre de 2011
lunes, 5 de diciembre de 2011
La Geografía radical. Aportes de la fenomenología y el existencialismo.
La geografía radical
Durante la década de 1960, al mismo tiempo que se imponía la visión neopositivista de la geografía, comienzan a surgir las primeras críticas hacia esta visión de la geografía y empezarán a esbozarse propuestas alternativas. El eje común de todas las críticas será la aceptación, muchas veces poco reflexiva, de la filosofía neopositivista. Se criticará su excesivo formalismo, su reduccionismo fisicalista y su obsesión por buscar leyes y construir teorías generalizadoras. Las críticas comenzarán a converger en torno a tres alternativas: la geografía del comportamiento, la geografía radical y la geografía humanista.
Desde dentro del propio paradigma de la geografía cuantitativa se descubre la dimensión psicológica de los agentes humanos y se pone de manifiesto la insuficiencia de los modelos teóricos elaborados para explicar la localización de actividades y usos del suelo. Se plantea el problema de las desviaciones entre los comportamientos esperados, de acuerdo con los modelos existentes de corte economicista (hombre económico racional) y los comportamientos reales que necesariamente responden a otras variables. Todo este movimiento teórico condujo a una preocupación por la percepción humana, los mapas mentales, las imágenes públicas, etc.
domingo, 7 de agosto de 2011
La Cartografía: entre ciencia, arte y manipulación
Por Philippe Rekacewicz
"Esto es inaceptable, señor presidente. Me niego a que sigamos adelante si no se cambia el documento que acaba de presentarnos como base de trabajo". La frase fue pronunciada en Praga, en 2002, al final de un foro económico internacional sobre la gestión del agua en Eurasia. El representante de Azerbaiyán acababa de descubrir que en el mapa del Cáucaso utilizado, el trazado de las fronteras permitía pensar que el Alto Karabaj -objeto de una guerra sangrienta entre azeríes y armenios- dependía de Armenia. Como Bakú lo considera territorio ocupado, parte integral de Azerbaiyán, estima ilegítima toda representación que contradiga ese punto de vista.
"Esto es inaceptable, señor presidente. Me niego a que sigamos adelante si no se cambia el documento que acaba de presentarnos como base de trabajo". La frase fue pronunciada en Praga, en 2002, al final de un foro económico internacional sobre la gestión del agua en Eurasia. El representante de Azerbaiyán acababa de descubrir que en el mapa del Cáucaso utilizado, el trazado de las fronteras permitía pensar que el Alto Karabaj -objeto de una guerra sangrienta entre azeríes y armenios- dependía de Armenia. Como Bakú lo considera territorio ocupado, parte integral de Azerbaiyán, estima ilegítima toda representación que contradiga ese punto de vista.
sábado, 14 de mayo de 2011
Piotr Kropotkin: EL APOYO MUTUO
Mis investigaciones sobre la ayuda mutua entre los animales y entre los hombres se imprimieron por
vez primera en la revista inglesa Nineteenth Century. Los dos primeros capítulos sobre la:
sociabilidad en los animales y sobre la fuerza adquirida por las especies sociables en la lucha por la
existencia, eran respuesta al artículo desconocido fisiólogo y darwinista Huxley, aparecido en
Nineteenth Century en febrero de 1888 -"La lucha por la existencia: un programas en donde se
pintaba la vida de los animales como una lucha desesperada de uno contra todos. Después de la:
aparición de mis dos artículos, donde refuté esa opinión, el editor de la revista, James Knowies,
expresando mucha simpatía hacia mi trabajo, y rogándome que lo continuara, observó: "Es indudable
que usted ha demostrado su posición en cuanto a los animales, pero ¿cuál es su posición con respecto
al hombre primitivo?"
Esta observación. me alegró mucho, puesto que, indudablemente, reflejaba no sólo la opinión de
Knowles, sino también la de Herbert Spencer, con el cual Knowles se veía a menudo en Brighton,
donde ambos vivían muy próximos El reconocimiento por Spencer de la ayuda mutua Y su
significado en la lucha por la existencia era muy importante. En cuanto a sus opiniones sobre el
hombre primitivo, era sabido que estaban formadas sobre la base de las deducciones falsas acerca de
los salvajes, hechas por los misioneros y los viajeros ocasionales del siglo dieciocho y principios del
diecinueve. Estos datos fueron reunidos para Spencer por tres de sus colaboradores, y publicados por
ellos mismos bajo el título de Datos de la Sociología, en ocho grandes tomos; fundado en éstos
escribió él su obra Bases de la Sociología.
domingo, 20 de febrero de 2011
David Harvey: "La condición de la posmodernidad". Investigación sobre los orígenes del cambio cultural
Desde 1972 aproximadamente, se ha aperado una metamorfosis
en las prácticas culturales y económica-políticas.
Esta metamorfosis está ligada al surgimiento de nuevas formas
dominantes de experimentar el espacio y el tiempo.
Aunque la simultaneidad no constituye, en las dimensiones cambiantes
del tiempo y el espacio, una prueba de conexión necesaria o
causal, pueden aducirse sólidos fundamentos a priori para abonar
la afirmación según la cual existe alguna relación necesaria entre la
aparición de las formas culturales posmodernistas, el surgimiento
de modos más flexibles de acumulación del capital y un nueva gira
en la «comprensión espacio-temporal» de la organización del capitalismo.
Pero estas cambios, cotejados con las reglas elementales de la
acumulación capitalista, aparecen más como desplazamientos en la
apariencia superficial que coma signos del surgimiento de una sociedad
íntegramente poscapitalista, o hasta posindustrial.
Milton Santos: Metamorfosis del espacio habitado. Cap. 5
El espacio esta en el centro de las preocupaciones de los mas variados profesionales. Para algunos, es objeto de conocimiento. Para otros, simple medio de trabajo. Hay desde los que lo ven como un producto histórico, hasta los que lo ven como un proceso histórico. Podríamos decir que el espacio es el mas interdisciplinar de los objetos concretos (Santos y Souza, 1986).
Todos los espacios son geográficos porque estaban determinados por el movimiento de la sociedad, de la producción. Pero tanto el paisaje como el espacio provienen de movimientos superficiales y profundos de la sociedad, una realidad de funcionamiento unitario, un mosaico de relaciones, de normas, funciones y sentidos.
Todos los espacios son geográficos porque estaban determinados por el movimiento de la sociedad, de la producción. Pero tanto el paisaje como el espacio provienen de movimientos superficiales y profundos de la sociedad, una realidad de funcionamiento unitario, un mosaico de relaciones, de normas, funciones y sentidos.
Piotr Kropotkin: LA CONQUISTA DEL PAN
La humanidad ha caminado gran trecho desde aquellas remotas edades durante las
cuales el hombre vivía de los azares de la caza y no dejaba a sus hijos más herencia
que un refugio bajo las penas, pobres instrumentos de sílex y la naturaleza, contra la
que tenían que luchar para seguir su mezquina existencia.
Sin embargo, en ese confuso período de miles y miles de años, el género humano acumuló inauditos tesoros. Roturó el suelo, desecó los pantanos, hizo trochas en los bosques, abrió caminos; edificó, inventó, observó, pensó; creó instrumentos complicados, arrancó sus secretos a la naturaleza, domó el vapor, tanto que, al nacer, el hijo del hombre civilizado encuentra hoy a su servicio un capital inmenso, acumulado por sus predecesores. Y ese capital le permite obtener riquezas que superan a los ensueños de los orientales en sus cuentos de Las mil y una noches.
En el suelo virgen de las praderas de América, cien hombres, ayudados por poderosas máquinas, producen en pocos meses el trigo necesario para que puedan vivir un año diez mil personas. Donde el hombre quiere duplicar, triplicar, centuplicar sus productos, forma el suelo, da a cada planta los cuidados que requiere, y obtiene prodigiosas cosechas. Y en tanto el cazador tenía que apoderarse en otro tiempo de cien kilómetros cuadrados para encontrar allí el alimento de su familia, el hombre civilizado hace crecer con menos fatiga y más seguridad, en una diezmilésima parte de ese espacio, todo lo que necesita para que vivan los suyos. Cuando falta sol, el hombre lo reemplaza por el calor artificial, hasta que logre producir también luz que active la vegetación. Con vidrios y tubos conductores de agua caliente, cosecha en un espacio dado diez veces más productos que antes conseguía.
Sin embargo, en ese confuso período de miles y miles de años, el género humano acumuló inauditos tesoros. Roturó el suelo, desecó los pantanos, hizo trochas en los bosques, abrió caminos; edificó, inventó, observó, pensó; creó instrumentos complicados, arrancó sus secretos a la naturaleza, domó el vapor, tanto que, al nacer, el hijo del hombre civilizado encuentra hoy a su servicio un capital inmenso, acumulado por sus predecesores. Y ese capital le permite obtener riquezas que superan a los ensueños de los orientales en sus cuentos de Las mil y una noches.
En el suelo virgen de las praderas de América, cien hombres, ayudados por poderosas máquinas, producen en pocos meses el trigo necesario para que puedan vivir un año diez mil personas. Donde el hombre quiere duplicar, triplicar, centuplicar sus productos, forma el suelo, da a cada planta los cuidados que requiere, y obtiene prodigiosas cosechas. Y en tanto el cazador tenía que apoderarse en otro tiempo de cien kilómetros cuadrados para encontrar allí el alimento de su familia, el hombre civilizado hace crecer con menos fatiga y más seguridad, en una diezmilésima parte de ese espacio, todo lo que necesita para que vivan los suyos. Cuando falta sol, el hombre lo reemplaza por el calor artificial, hasta que logre producir también luz que active la vegetación. Con vidrios y tubos conductores de agua caliente, cosecha en un espacio dado diez veces más productos que antes conseguía.
KEVIN LYNCH: "La imagen de la ciudad"
Observar las ciudades puede causar un placer particular, por corriente que sea la vista. Tal como una
obra arquitectónica, también la ciudad es una construcción
en el espacio, pero se trata de una construcción
en vasta escala, de una cosa que solo se percibe en el
curso de largos lapsos. El diseño urbano es, por lo tanto, un arte temporal, pero que solo rara vez puede
usar las secuencias controladas y limitadas de otras
artes temporales, como la música, por ejemplo. En
diferentes ocasiones y para distintas personas, las
secuencias se invierten, se interrumpen, son abandonadas, atravesadas. A la ciudad se la ve con diferentes
luces y en todo tipo de tiempo.
En cada instante hay mas de lo que la vista puede
ver, mas de lo que el oído puede oír, un escenario o un
panorama que aguarda ser explorado. Nada se experimenta
en si mismo, sino siempre en relación con
sus contornos, con las secuencias de acontecimientos
que llevan a ella, con el recuerdo de experiencias
anteriores. Washington Street colocada en un campo
de labranza podría tener el mismo aspecto que la
calle comercial del corazón de Boston, pese a lo cual
resultaría absolutamente diferente. Todo ciudadano
tiene largos vinculos con una u otra parte de su
ciudad, y su imagen esta embebida de recuerdos y
significados.
Milton Santos: Metamorfosis del Espacio habitado. Cap. 6
Configuración territorial y espacio
Los conceptos de paisaje, configuración territorial y espacio son diferentes. El paisaje no es la configuración territorial, aunque sea una parte de ella. La configuración espacial no es el espacio, aunque participe también en él. La configuración territorial es el territorio, mas el conjunto de objetos existentes en él; objetos naturales u objetos artificiales que la definen. Muchas veces lo que imaginamos como natural no lo es, mientras que lo artificial se vuelve "natural" cuando se incorpora a la naturaleza. Así, las cosas creadas ante nuestros ojos y que para cada uno de nosotros constituyen lo nuevo, aparecen como un hecho banal para las nuevas generaciones, Lo que vimos construir es, para las generaciones siguientes, lo que existe ante ellos como naturaleza. Descubrir si un objeto es natural o artificial exige la comprensión de su génesis, es decir, de su historia.
Los conceptos de paisaje, configuración territorial y espacio son diferentes. El paisaje no es la configuración territorial, aunque sea una parte de ella. La configuración espacial no es el espacio, aunque participe también en él. La configuración territorial es el territorio, mas el conjunto de objetos existentes en él; objetos naturales u objetos artificiales que la definen. Muchas veces lo que imaginamos como natural no lo es, mientras que lo artificial se vuelve "natural" cuando se incorpora a la naturaleza. Así, las cosas creadas ante nuestros ojos y que para cada uno de nosotros constituyen lo nuevo, aparecen como un hecho banal para las nuevas generaciones, Lo que vimos construir es, para las generaciones siguientes, lo que existe ante ellos como naturaleza. Descubrir si un objeto es natural o artificial exige la comprensión de su génesis, es decir, de su historia.
Milton Santos. Su legado teórico y existencial (1926-2001) Perla Zusman
Milton Santos (1926-2001) fue uno de los responsables de la renovación de la geografía
en la década de 1970, tanto en el Brasil como a nivel internacional. Este geógrafo situó a
la disciplina en el campo de las ciencias sociales, incentivando el diálogo entre las teorías sociales
y las teorías geográficas, colaborando en la construcción de éstas últimas. Además, creyó
en la necesidad de producir una teoría geográfica desde la periferia. Sus posturas críticas
fueron complementadas con el reconocimiento de categorías de base existencialista que
podrían contribuir a la construcción de un mundo mejor, basándose no sólo en la razón,
sino también en la emoción.
Milton Santos: Metamorfosis del Espacio habitado. Cap. 1
Entre los múltiples aspectos del periodo actual, es obligatorio reconocer las relaciones entre las condiciones de realización histórica y la nueva revolución científica. Esa revolución histórica y científica atribuye a las ciencias del hombre y de la sociedad un lugar todavía más privilegiado en el conjunto del conocimiento. En un mundo reestructurado así, le incumbe un papel particular a la ciencia geográfica -una ciencia del espacio del hombre. Debemos interrogamos sobre los problemas que, desde esta óptica, se plantean para su realización, frente al conflicto que ocasiona, a la actualización de la disciplina y sus actuales estructuras, los nuevos contenidos. ¿Se puede pensar que la inercia se impondrá al movimiento, impidiéndole su desarrollo, o se debe creer en la afirmación de una geografía renovada?
Milton Santos: Metamorfosis del Espacio habitado. Cap. 8
A través del tiempo, las sociedades han ido modificando los espacios que habitan,
utilizándolos como su lugar donde se desarrolla la vida social de los grupos. Estos espacios
socialmente construidos, se ven influenciados por las modas y las tendencias que en el
mundo de las comunicaciones y la globalización, llegan a los lugares aún más periféricos y
aislados.
Estas transformaciones traen consigo, conflictos de poder por esas nuevas
actividades y que en casos confronta con las actividades y viejas, en otros casos la desplaza
o bien, pueden convivir juntas.
sábado, 19 de febrero de 2011
JOAN-EUGENI SÁNCHEZ: "ESPACIO, ECONOMÍA Y SOCIEDAD"
Es posible plantearse que la geografía precisa avanzar hacia la formulación de una
teoría del espacio geográfico que tienda a superar las propuestas inconcretas y aisladas en sí
mismas, sin articulación en un proceso de interpretación global. Al mismo tiempo, parece
conveniente adentrarse en el estudio de elementos y conceptos que puedan ser relacionados e
integrados en un cuerpo de proposiciones y articulaciones de teoría. De lo contrario, se corre
el riesgo de continuar situándose simplemente a un nivel de descripción o, cuanto más, de
clasificación de variables o casos. Considerar la geografía como ciencia obliga, como
requisito de toda ciencia, a que quede definido un cuerpo de teoría, en el sentido de un
conjunto de articulaciones lógicas y coherentes de variables explicativas de la realidad, no
solamente describirla. Y también, si ello es posible, adentrándose en propuestas de pronóstico
e intervención.
Asumiremos, por tanto, la concepción de la geografía como ciencia del espacio geográfico y, concretamente, de la geografía humana como ciencia de la componente espacial de las relaciones sociales o, si se prefiere, de la actuación en y sobre el espacio de las sociedades.
Como puede deducirse de este planteamiento, es difícil compartir la concepción de que la geografía sea meramente una ciencia de síntesis a la manera tradicional. Es decir, no es suficiente la recopilación de información acerca de un territorio con el resultado final de un 'informe-síntesis', a partir de un proceso inductivo apoyado en los datos de que se disponga. Y ello, aunque éstos se sistematicen en base a clasificaciones, sobre una base funcional o conceptual, pero con escasa o nula articulación global y sin partir de una teoría espacial. Lo que se habrá obtenido será una descripción, más o menos coherente, de una parcela de la realidad, pero en la cual difícilmente nos serán explicados los porqué de su espacialidad.
Asumiremos, por tanto, la concepción de la geografía como ciencia del espacio geográfico y, concretamente, de la geografía humana como ciencia de la componente espacial de las relaciones sociales o, si se prefiere, de la actuación en y sobre el espacio de las sociedades.
Como puede deducirse de este planteamiento, es difícil compartir la concepción de que la geografía sea meramente una ciencia de síntesis a la manera tradicional. Es decir, no es suficiente la recopilación de información acerca de un territorio con el resultado final de un 'informe-síntesis', a partir de un proceso inductivo apoyado en los datos de que se disponga. Y ello, aunque éstos se sistematicen en base a clasificaciones, sobre una base funcional o conceptual, pero con escasa o nula articulación global y sin partir de una teoría espacial. Lo que se habrá obtenido será una descripción, más o menos coherente, de una parcela de la realidad, pero en la cual difícilmente nos serán explicados los porqué de su espacialidad.
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